jueves, 4 de junio de 2009

post sin sentido

¡Qué bueno es estar de vacaciones! De verdad que sí. La vida toma otro ritmo. Me encantan las vacaciones, sin mayor motivo el tiempo se dedica para si. Muero de placer en cada temporada vacacional: hay tiempo para leer, para ir al cine, para ver a los amigos y pasar la tarde en el café y recordar viejos tiempos o ponerse al día.

El problema del periodo vacacional es que con los bríos de la libertad nos invade una jovialidad impasible que termina por nublar nuestro juicio y en consecuencia exacerba los planes que originalmente se habían trazado. Así, volver a la actividad física se convierte en un deseo vehemente por un abdomen plano y unas nachas redonditas. O integrarse a la población económicamente activa, aunque sea por un rato, termina por volvernos esclavos de necesidades insulsas y brillantes, casi siempre inventadas.

Los más osados se lanzan a ver el mundo olvidando que para tal misión la osadía no siempre es suficiente. Así que cuando regresan son los mismos que se fueron, pero es que el mundo es tan grande y tan etéreo que sabe bien cómo esconder sus misterios.

Pero yo no sé porque estoy escribiendo sobre las vacaciones. Ese no era el objetivo de este post.

1 comentario:

Unknown dijo...

Para rellenar el tiempo ocioso que te dejan estas.

Yo no tengo vacaciones, he estado trabajando desde que salimos y la próxima semana ya me toca verano...