miércoles, 19 de agosto de 2009

Excretos

Toso y carraspeo,
-Casi salen-
Me doblo violento
Y contengo los pulmones en su sitio.
Esta vez no han explotado,
la próxima no tendré tanta suerte.

Y entran las trompetas:
Tú turu tu tu, turu tú turu tú.
-Una sensación viscosa me recorre la tráquea-

Otro tururu.
Brilla intermitente: amarillo, verde
Las excusas se me atoran; igual que tus respuestas

Toso y carraspeo,
-sensación viscosa en la garganta-
Otro tururu intermitente.
Y jalo aire porque no puedo respirar


Toso y carraspeo
-sensación viscosa en la boca-
Lo diluyo con saliva, mi lengua lo empuja,
y me lo trago,
pa’que lo escupo si te da asco

jueves, 13 de agosto de 2009

"La verde es eso y más"

¡Odio el futbol! Jamás he sentido siquiera el más mínimo respeto por el deporte del balón pie ni por sus millones de fanáticos. Al final me parecen tan peligrosos cómo los cristianos o cualquier otro que pertenezca a una religión evangelizadora, y no deje de hablar de los “secuaces del maligno” y las” armas del enemigo”.

Odio que la vida común se detenga durante más de dos horas únicamente por que la nunca bien ponderada Selección Nacional se enfrenta con alguna otra, que casi siempre resulta mejor.

Odio que hablen de pasión, de religión, de orgullo, de ser uno con la verde o del espectáculo del futbol. A mí que me perdonen pero yo jamás he visto luces de colores ni escenarios, ni demostraciones virtuosas de ningún tipo. A lo mucho, pues he visto 22 hombrecillos, bastante feos y nada atléticos, por cierto, detrás de una pelota.

Sin embargo, creo que nunca me había retorcido tanto por “la pasión futbolera” cómo hasta hace unos días; que no cometiendo injurio alguno contra la sociedad me encontraba civilmente sentado dentro de Banamex mientras esperaba mi turno, en una concentración de gente bastante inusual, y escuché un par de coplas con un ritmo que me resultaba familiar: “Tára ra; tára ra; tá ra tá ra. Tara r a ra ra ra”. Sonido al que de pronto se le sumaron un par de oraciones inconexas: “Eres por tu forma de ser conmigo lo que más quiero. Eso y más tára ra; tá ra tá ra; para andar entregándonos sin temores lo que tenemos tára ra”.



Y entonces supe que el cantico promovido por Banamex a propósito de “la verde” una tarjeta de crédito para los aficionados al tricolor que les ofrece, entre otras cosas la oportunidad de viajar al próximo mundial pre-ventas exclusivas para partidos, convivencias firmas de autógrafos y demás cursilerías; había tomado como base una canción setentera y jotísima que Eunice (antes Eu, antes antes Eunicienta) utiliza como paliativo en nuestras largas jornadas de trabajos escolares.

¡Qué va! Otra joya maestra de la publicidad mexicana.


jueves, 6 de agosto de 2009

Auto sabotaje

"¿Y cómo le vamos a hacer? Debe haber otra manera de ser; aligerando el dolor que duele mucho, y facilitando el placer que duele más"
Liliana Felipe

Tengo miedo, tuve miedo, tendré miedo ¡Vaya que no es una declaración fácil! No es que haya sido siempre del tipo arrojado, todo lo contrario, temo a las alturas, las arañas, las ratas y otros bichos en general. Pero nunca como ahora había temido amar. A caer de espaldas, a perderme en brazos y romperme en pedazos -sólo-, para que me vuelvas a pegar.
Quiero vomitar y vaciar mi cuerpo, infestado de deseos varados, y miedos infantiles; que nunca tuve de niño. Quiero restregarme las amarras. Subir pa’ riba, bajar pa’bajo, meterme pa’ dentro y salirme pa’fuera.
Jalarte el cabello; morderte en el cuello, dibujar en tu abdomen y volver a empezar. Quiero besos con sabor etílico y frutal, que me recuerden excesos, y pa’ dejarme llevar.
Hacernos ¡PIedra! ¡Papel! ¡Tijera! Polvo, pero no de ese que encochina la casa, sino del que no le hace falta más que agüita pa’ ser suave y dar forma. Pa’ moldearme; pa’ moldearte; pa’ caber en ti; pa’ cambiar; pa’ no tener miedo.



Porque este es un texto hecho de la cintura pa' arriba que afecta de la cintura pa' bajo