miércoles, 31 de marzo de 2010

A veces sueño

A veces sueño con un camino desierto. Una calle de concreto duro y gris por la que camino a paso lento que adquiere ritmo vertiginoso. Tropiezo. Caída brutal en stop motion. El aire se corta con la casi horizontalidad de mi cuerpo. Cuando el golpe es inminente la secuencia termina… el sobresalto inicial se vuelve inútil y se remplaza por el vértigo tramposo que da el precipicio al final del colchón.


Otras veces sueño con Lucifer y lo profundo de los avernos en donde, según Dante, se les daba castigo a los pecadores. Sueño que rodeado de miles de demonios me sujeta violento en un forcejeo interminable que en la eternidad no tiene tiempo, me toma del talón e intenta clavar su trinche en la planta de mi pie izquierdo. Sí, este tampoco se consuma, pero al despertar me siento invadido de un terror cristiano incuestionable que me impide volver a conciliar el sueño si antes no digo una oración.


Últimamente solo sueño con tus muslos y mis muslos en una batalla sudorosa e implacable sazonada con besos suaves.
Tómame
Abrázame
Destrúyeme
Atrápame
Quiéreme
Desgárrame


Llévame de golpe al precipicio del colchón y déjame colgado ahí con la fuerza de mis manos y la voluntad de tu cuerpo. Cuando termines… el diablo puede venir por mí.

lunes, 15 de marzo de 2010

En la cocina

El aceite salta y quema
-una vuelta o dos-
La mostaza adereza la carne,
un par de cucharas, el plato y las molduras.

El agua hierve,
burbujea.
Ritmo extraño que se escucha en silencio.

Las especias en la olla
-para dar sabor-
Vinagre, pimienta, laurel.
-y unos polvitos extraños que no se que son-

Los frijoles gritan:
¡Agua! ¡Agua! ¡Agua!
Otro litro
Ya van tres.

Los jitomates han envejecido,
el agua los churió.

¡Trrrr! ¡Trrr!!
Va la licuadora.
Mientras se forma una masa roja me pregunto
¿Cuándo terminaré de cocinar?

martes, 2 de marzo de 2010

Si yo no fuese signos duales


Si, si lo admito a veces me gustaría ser sólo lo mejor de Piscis: ya saben un maricón sensible y positivo de esos que le caen bien a todos. Pero no. Me tocó ser un maricón histérico y dramático que agrada con dificultad. Sería retraído y ensimismado- un artista incomprendido- y habría buenas razones para justificar mi fobia a los individuos y mi incapacidad de relacionarme socialmente. ´Pero no. Me tocó tener momentos de valentía y saber colocar la voz, para llamar la atención de los sujetos y después no saber qué hacer con los silencios.
La cosa se pone peor con la mística china que me convirtió en un felino inflamable ; y pa que les cuento de la maya y la azteca…


Hombre que se aviva con el fuego
-y se atiza con el agua-.

Irremediablemente presa,
Instintivamente cazador.

Figura del aire;
De la tierra o el océano.

Morador del bosque;
De la selva o la montaña.



Vaya cosa eso de las ciencias eternas.