martes, 27 de octubre de 2009

En el baño II Parte

Abrí la llave del agua caliente, la dejé correr hasta que se encharcó.
Los dedos de mis pies se retrajeron.

Un par de vueltas a la otra llave
y de regreso:
Muy frío (vuelta) tibio (vuelta) suficiente.

Luz en el techo,
vidrios empañados.
Superficies reflejantes de metal.

Mi rostro mojado
agua viene; agua va.

Recorre, escurre,
no es una rima
es lo que ocurre.

No tengo líneas en el torso,
pero en la cintura sí.

Mis piernas son endebles,
mis ojos penetrantes.

Mis brazos largos,
tocan las puntas de mis pies.

Mi espalda se dobla en arco,

mi cadera no se sabe mover.

jueves, 22 de octubre de 2009

3 X 1= TRES

“Somos tres en tu cama, tres.
Morena mía
El cuarto viene después”.
Miguel Bossé


Él dice que ya no buscará más. No sé si creerle.
Tampoco es que me importe mucho
-mentira-

Al otro lo llenan de felicitaciones en la red social
-hoy es su cumpleaños-
No escribí nada en su muro. No creo que lo note.


Y el otro: dice que está enfermo.
-infección en la garganta-
Se disculpa por tenerme olvidado, jura que quiere verme.

sábado, 17 de octubre de 2009

¡Oh Pinocho!


Soy ignorante, palurdo, inculto, iletrado, indocto, rustico, ordinario, promedio, poco instruido, carente de conocimiento, de poca, poquísima, sapiencia.

No conozco la historia original de Pinocho y me enoja.

¡Oh Pinocho! Por qué en mi infancia no leí tu “innoble libro”, de moralina implacable. Lleno de castigos infames contra los perezosos, ociosos y ventajosos.

Imagino que era mi deber pasar menos horas frente al televisor y más con la nariz entre los libros.

¡Oh pinocho! tu fálica nariz castiga mis “bellaquerías detrás de la puerta”. Muchacho vil que debí haber sido, para buscar el placer antes que el conocimiento.

¡Oh pinocho! ¡Cáiganme encima tratados de aritmética! Que aplasten mi cráneo y el incipiente cerebro que guarda en su interior.

¡Oh pinocho! Que el hada de los “cabellos turquíes” se apiade de mí y me muestre el camino de la sabiduría, lejos, muy lejos de su provocador montículo cubierto de musgo verde.

¡Oh Deniz! ¡Te maldigo! Tus ideas mordaces convierten mi deseo de verdad en los hilos de mi titiritero.

Si usted quiere saber de que hablo pinche donde dice pinche

sábado, 10 de octubre de 2009

Sobre las musas de la memoria

Mis amados lectores: He aquí el material que presenté el viernes en mi Taller de Ensayo Literario. Afortunadamente les gustó. Para el que ahora es público afiné los detalles de edición que el buen Israel tuvo a bien señalar. Aunque en estricto sentido, se trata más de un poema escrito en prosa que de un ensayo literario, es el pretexto para inaugurar la etiqueta “ensayo” y es que el ensayo se trata de atreverse, pero también de equivocarse hasta lograrlo.

“Memoria, Medicina, Que nunca se te olvide,
que tu eres el remedio de la historia,
Alka Seltzer del pasado, aspirina del ayer
cuando el tiempo no se cuente ya por años
y tú llenes de penumbra la insolente claridad”.
Liliana Felipe

Las musas de la memoria no son seres de luz e inspiración en togas helénicas, sino fabricantes de recuerdos. Son cineastas perfectas y editoras sublimes capaces de convertir las más ácidas y punzantes evocaciones en fotografías perfectas.

Uno a uno remueven los fotogramas sobrantes y en cada corte acentúan y exacerban los detalles sensitivos: el ruido se convierte en melodía, los colores se vuelven más brillantes y aun lo que carece de fragancia natural adquiere aroma a jazmines y rosas blancas.

Pero siguiendo el consejo de Cavafis “jamás pondré en un marco esa fotografía, sufriría de verla tan dañada"; y es que los artificios de la memoria no son suficientes para engañar a la claridad, cuya insolencia mostrará siempre todo lo que negamos cuando cerramos los ojos.


Para Adrián:
el mayor triunfo de las musas de mi memoria,
en complicidad constante con la claridad.




martes, 6 de octubre de 2009

Adivinanza

Primer acto:

Tu cuerpo me grita obscenidades, y me las creo.

Me auto censuro y trato de no mirar tu pecho descubierto.

Mis ojos resbalan entre el suelo y tu barbilla, jamás hasta donde los tuyos, porque temo me descubras.

Mantengo la conversación casual, y con la voz bajita, mirando de lado, levanto la ceja derecha para enfatizar una insinuación.

¡Bam!
(La bomba sexy hace explosión).

Te haces el loco y huyes.


Segundo acto:

¡Pum!
(Golpeo con entusiasmo la parte alta de tu brazo).

Tu sonríes con cierto aire indefinido -te gusta, pero no tanto- y dices: “Hola”.

[Sospecho que te gusta más cuando eres tu quien me golpea
¡Mira que cabrón!]

¡Bum, Bum, Bum, Bum! ¡Bum, Bum, Bum, Bum!
(El corazón se me acelera)

Golpes a tu estómago: frenéticos, constantes.

Un paso para atrás, te niegas.

La frustración se me acumula en los hombros y la bilis me burbujea en la panza. Mi mirada te reprocha, mis palabras también.

Pones tu brazo a mi alcance

¡Berrinche apocalíptico!

¡Te llamo marica!

Me recuerdas que lo soy.

[Lo único que nos separa es el lado del closet]

Marica el que usa una playera de Madonna Like a Virgin 1985 Tour.

Te haces el loco y huyes.

¿Cómo se llamó la obra?

domingo, 4 de octubre de 2009

Adiós a una grande


“Yo sólo canto por cantar”
Mercedes Sosa
Hoy 4 de octubre del 2009 Latinoamérica le dijo adiós a una de sus voces más excepcionales y sobre todo a una de sus artistas más completas, reales y coherentes. Cómo bien se preguntó en alguna ocasión el buen Israel Carranza: “¿Porqué mejor no se muere Fher el de Mana?”





Sin más, pero con profundo pesar, Descanse en Paz “La Negra”, “La Mazza Cantora”, una grande, una Diosa, Mercedes Sosa.