domingo, 15 de marzo de 2009

¿Sueños, deseos, o simples chaquetas?

“En el momento en que cumplimos un sueño, si somos humanos, empezamos a soñar en algo más”.
Grey’s Anatomy

Entre tanto trabajo escolar, disculpen ustedes que no tenga tiempo de entrar en crisis y que no tenga nada decente que contar. Naturalmente mi tiempo para televisión también ha descendido considerablemente. Aunque hay un par de cosas que hace rato están agendadas para darles una miradita, sin darme cuenta caigo dormido. En conclusión todo marcha con relativa normalidad y equilibrio, en su defecto, estoy demasiado ocupado para darme cuenta.

Desde hace unos días Eunicuenta y yo hemos discutido, con cierta profundidad e interés, acerca del poder, casi mágico, de lo que ella insiste en llamar “chaquetas mentales” (ya se, suena requet’e feo) como paréntesis cultural, debo aclararle mi amadísimo lector que esto no se trata de un acto de auto satisfacción no llevado a la practica; sino, de toda aquella construcción mental que proponga una situación de vida deseable o futura, o bien, experiencias únicas e inimaginables, aunque eso no significa carentes de sentido (al menos casi siempre). Las hay de todos tintes, y temas en toda clase de espacios y momentos, con toda clase de roles y situaciones, con incontables elementos, reales y ficticios, por todas causas y remedios…

Básicamente el trabajo de una chaqueta mental es procurar placer: correspondido, único, perfecto, puro e irritante; a través de el arma más poderosa del ser humano: la imaginación. Una chaqueta mental nos remite a nuestra capacidad más extraordinaria infantil y maravillosamente humana: la de soñar.
PD. Hablando de chaquetas...


No hay comentarios: